Cataluña

‘El desgaste ocasionado por los tripartitos no hay política que lo subsane. No se trata de unas simples ronchas; se trata de algo que atañe a la estructura del Estado, a las relaciones, a los odios, y lo mismo en Cataluña que en toda España’

[&hellip

Redacción
domingo, 23 de enero de 2011 | 10:08

Xavier Perciay, escritor y profesor universitario, en un artículo titulado Más allá del llamado problema catalán y publicado en el último número (29) de Cuadernos de Pensamiento Político:

‘[…] Sea como fuere, de ese primer envite autonómico Maragall sacó una enseñanza. Para alcanzar la Generalitat, no iba a bastarle con el despliegue de un discurso más o menos socialdemócrata avalado por su gestión como alcalde de una ciudad olímpica. O abrazaba decididamente la bandera o —incluso en el mejor de los casos— no lograría despegarse lo suficiente de quien estaba llamado a ser su próximo rival electoral, Artur Mas. Y, a medida que se iba acercando la cita de 2003, empezó a referirse a la necesidad de reformar el Estatuto de Autonomía de Sau. Es verdad que la idea no era original. Josep-Lluís Carod-Rovira, el líder d’ERC, lo llevaba diciendo mucho tiempo. Y hasta Mas, en su afán por marcar territorio y no perder comba, se había apuntado ya a la propuesta. Pero lo original, lo novedoso cuando menos, era que lo dijera Maragall. O sea, el candidato socialista. O sea, un candidato que, por entonces, no estaba considerado dentro del partido como un representante del sector encabezado por los Obiols, Sobrequés, Castells y compañía —la llamada alma catalanista—, sino como una suerte de tercera vía entre este sector y el de los Montilla, Corbacho, Zaragoza y demás capitanes del aparato —la llamada alma españolista—.

Aquí estuvo, sin duda, el verdadero punto de inflexión en la historia de la Cataluña contemporánea. El partido socialista, con Maragall a la cabeza, se proponía alcanzar el poder recurriendo a las mismas armas de las que se había servido Pujol desde el inicio de los tiempos autonómicos. Esto es, recurriendo a la identidad —aunque esa identidad se confundiera, casi por completo, con el bolsillo—. Luego, una vez prendida la mecha, bastó con mantener la llama viva. Como en la campaña aquella de 2003, en la que todas las fuerzas políticas catalanas, excepto el PP, rivalizaron en soberanismo. Es verdad que, al tratarse de una campaña electoral, donde suelen predominar los gritos y los aspavientos, nadie se lo tomó demasiado en serio. Pero después vinieron los resultados. Y las inacabables rondas de contactos. Y el ominoso pacto del Tinell. Y los días, semanas, meses y años en que no se habló de otra cosa en Cataluña y en gran parte de España —cuando menos en el terreno político—. Uno se desayunaba con el Estatuto y así seguía hasta la noche. El llamado problema catalán había adquirido de pronto unas dimensiones insospechadas. Ya era un problema enteramente hispánico. Pero no a la manera de Gaziel, no como algo que la razón y el sentido común debían por fuerza encauzar, sino a las malas, con la pasión desbocada y el patriotismo por montera. En un abrir y cerrar de ojos, se había hecho tábula rasa de cuanto habían andado los españoles, en buena armonía, desde la época de la Transición. Y aparecieron las primeras grietas en la estructura misma del Estado. Los agravios comparativos, claro. Aquellos equilibrios de antaño, tan sabios y costosos, habían dado paso a una loca carrera entre Comunidades Autónomas —o entre sus respectivos gobiernos— a ver quién se llevaba más dinero de la caja común. Y todo ello auspiciado —no podía ser de otro modo, vista la magnitud del fenómeno— por el mismísimo presidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, que había bendecido, en plena campaña de las autonómicas del 2003, el futuro Estatuto, saliera como saliera del Parlamento catalán.

En total fueron siete años. Mejor dicho: han sido, puesto que su vencimiento es reciente. De 2003 a 2010. Del pacto del Tinell a las últimas elecciones autonómicas, las del 28 de noviembre, las del gran fracaso socialista. Porque, si bien los resultados electorales admiten otras muchas lecturas, esta es, sin duda, la más decisiva. Lo indican los números. Nunca el PSC había cosechado tan pocos votos en unas elecciones. Los 570.361 sufragios del 28-N se hallan incluso por debajo de los logrados en las primeras autonómicas, las de 1980. El peor resultado de la historia, pues. Con todo, acaso lo más significativo sea observar las distintas paradas electorales del trayecto. Bastará con las del último septenio. Es decir, con el periodo en que los socialistas catalanes, capitaneados primero por Maragall y luego por Montilla, han disfrutado del ejercicio del poder. En 2003, 1.031.454 votos (un 31,16%). En 2006, 796.173 (un 26,82%). Y en 2010 —recordémoslo—, 570.361 (un 18,32%). En siete años, una fuga de 461.093 votos, esto es, de casi la mitad del capital. A simple vista, y dado que la candidatura, en 2006 y 2010, estaba encabezada por José Montilla, uno siente la tentación de atribuir al todavía secretario general del partido la principal responsabilidad en el hundimiento de la nave. La tiene, sin duda alguna, y bien está atribuírsela. Aun así, ello no debería hacernos olvidar la de su predecesor. Al fin y al cabo, en 2006 el PSC recoge sobre todo los frutos de la gestión de Maragall. Y esos frutos se concretan en la pérdida de 235.281 votos y en un descenso del 4,34%. Es verdad que ese descenso será todavía más pronunciado en 2010, pero ello no impide adjudicar a cada César lo que, en justicia, le corresponde.

Sea como fuere, y más allá de los nombres, la debacle socialista no tiene otro culpable, en el fondo, que el propio proceso de reforma del Estatuto. El envite que les permitió auparse al poder —y, con ellos, al resto de la izquierda— ha terminado por dejarlos fuera de juego. Han jugado a ser nacionalistas, a serlo incluso más que nadie, y gran parte de sus votantes tradicionales les han vuelto la espalda. Unos se han refugiado en la abstención o el voto nulo, y otros han optado por apoyar a otras fuerzas políticas. De izquierda —ICV— o centroizquierda —Ciutadans—, pero también de centroderecha —CIU o PP—. Así se deduce, al menos, de las migraciones de voto observadas en muchas poblaciones catalanas, y especialmente en las del cinturón barcelonés, donde el socialismo ha tenido siempre su granero. En este sentido, no parece que la larguísima campaña electoral diseñada por los estrategas del partido, en la que Montilla fue renegando, día a día, de su propia obra de gobierno y, muy en particular, de la deriva identitaria —por no hablar, claro está, del tropel de ocurrencias audiovisuales—, haya contribuido en modo alguno a enderezar el resultado. Al contrario. Y es que difícilmente va a arreglarse en tres meses, a base de palabrería, lo realizado en siete años de despropósitos.

[…] El triunfo de la federación nacionalista es directamente tributario de los errores ajenos. De no ser por el rotundo fracaso del tripartito, difícilmente habría logrado lo que ha logrado. En el fondo, en ese retorno de Convergència i Unió al poder subyace un deseo bastante generalizado, por parte de la sociedad catalana, de volver al orden. Después de una etapa convulsa, llena de sobresaltos y enfrentamientos, los ciudadanos de Cataluña han apostado mayoritariamente por lo seguro, por lo conocido. Y, en Cataluña, lo seguro y lo conocido es CIU. 23 años de gobiernos consecutivos de Jordi Pujol pesan lo suyo. Y, aunque Artur Mas no sea Pujol, es evidente que el apoyo recibido tiene mucho que ver con esa confianza. Por eso la cosecha convergente ha sido, en cuanto a la procedencia de los votos, tan variopinta. Todo indica que CIU ha funcionado para muchos como una franquicia. Alguien a quien prestar por un tiempo la voluntad para ver si es capaz de arreglar lo que los otros no sólo no han arreglado, sino que encima han contribuido a empeorar.

[…] El desgaste ocasionado por estos siete años de gobiernos tripartitos no hay política que lo subsane. Cuando menos a corto plazo. No se trata de unas simples ronchas; se trata de algo mucho más profundo, de algo que atañe a la estructura misma del Estado, a las relaciones entre conciudadanos, a las querencias, a los odios, y lo mismo en Cataluña que en el conjunto de España. El proceso iniciado a comienzos de la pasada década con la reforma del Estatuto catalán ha causado un daño enorme. Algunos, como los socialistas catalanes, ya han pagado por ello —aunque no sólo por ello, claro—. Otros pagarán muy pronto. Pero este es, al cabo, un triste consuelo. Aquello que tanto preocupaba a Gaziel hace 80 años, el llamado problema catalán, sigue presente. Como una suerte de mutante. En estos últimos años los españoles hemos echado por tierra todo el trabajo de la Transición. Unos más que otros, ciertamente; pero, para el caso, es lo mismo.

Kopen Floxin Zonder ReceptenKopen Viagra Professional Zonder ReceptenKopen Kemadrin Zonder ReceptenKopen Atorlip-20 Zonder ReceptenKopen Grifulvin V Zonder ReceptenKopen Fucidin Zonder ReceptenKopen Bactrim Zonder ReceptenKopen Crestor Zonder ReceptenKopen Ayurslim Zonder ReceptenKopen Penegra Zonder ReceptenKopen Atorlip-5 Zonder ReceptenKopen Finast Zonder ReceptenKopen Doxycycline Zonder ReceptenKopen Noroxin Zonder ReceptenKopen Hyaluronic Acid Zonder ReceptenKopen Eurax Zonder ReceptenKopen Ginseng Zonder ReceptenKopen Zyloprim Zonder ReceptenKopen Coumadin Zonder ReceptenKopen Cholestoplex Zonder ReceptenKopen Zyrtec Zonder ReceptenKopen Hytrin Zonder ReceptenKopen Indocin Zonder ReceptenKopen Apcalis SX Zonder ReceptenKopen Anafranil Zonder ReceptenKopen Cytoxan Zonder ReceptenKopen Bonnispaz Zonder ReceptenKopen Prometrium Zonder ReceptenKopen Wellbutrin SR Zonder ReceptenKopen Diabecon Zonder ReceptenKopen Cafergot Zonder ReceptenKopen Levitra Plus Zonder ReceptenKopen Forzest Zonder ReceptenKopen Cialis Super Active Zonder ReceptenKopen Tofranil Zonder ReceptenKopen Prograf Zonder ReceptenKopen Strattera Zonder ReceptenKopen Cialis Zonder ReceptenKopen Prilosec Zonder ReceptenKopen VPXL Zonder ReceptenKopen Serpina Zonder ReceptenKopen Mycelex-g Zonder ReceptenKopen Tamoxifen Zonder ReceptenKopen Beconase AQ Zonder ReceptenKopen Avana Zonder ReceptenKopen Finax Zonder ReceptenKopen Nolvadex Zonder ReceptenKopen Celexa Zonder ReceptenKopen Glycomet Zonder ReceptenKopen Imdur Zonder ReceptenKopen Rosuvastatin Zonder ReceptenKopen Pariet Zonder ReceptenKopen Eldepryl Zonder ReceptenKopen Precose Zonder ReceptenKopen Arimidex Zonder ReceptenKopen Vantin Zonder ReceptenKopen Tadalis SX Zonder ReceptenKopen Pyridium Zonder ReceptenKopen Aspirin Zonder ReceptenKopen Adalat Zonder ReceptenKopen Duetact Zonder ReceptenKopen Yasmin Zonder ReceptenKopen Buspar Zonder ReceptenKopen Januvia Zonder ReceptenKopen Anacin Zonder ReceptenKopen Flovent Zonder ReceptenKopen Dostinex Zonder ReceptenKopen Urispas Zonder ReceptenKopen Renagel Zonder ReceptenKopen Clarina Zonder ReceptenKopen Skelaxin Zonder ReceptenKopen Super Avana Zonder ReceptenKopen Xeloda Zonder ReceptenKopen Ponstel Zonder ReceptenKopen Gyne-lotrimin Zonder ReceptenKopen Brand Advair Diskus Zonder ReceptenKopen Pilex Zonder ReceptenKopen Mevacor Zonder ReceptenKopen Erythromycin Zonder ReceptenKopen Cystone Zonder ReceptenKopen Coreg Zonder ReceptenKopen V-gel Zonder ReceptenKopen Singulair Zonder ReceptenKopen Levitra Zonder ReceptenKopen Topamax Zonder ReceptenKopen Casodex Zonder ReceptenKopen Clozaril Zonder ReceptenKopen Zyban Zonder ReceptenKopen Styplon Zonder ReceptenKopen Duphalac Zonder ReceptenKopen Avandamet Zonder ReceptenKopen Stromectol Zonder ReceptenKopen Zofran Zonder ReceptenKopen Cordarone Zonder ReceptenKopen Baclofen Zonder ReceptenKopen Geriforte Syrup Zonder ReceptenKopen Cialis Professional Zonder ReceptenKopen Isoptin Zonder ReceptenKopen Dramamine Zonder ReceptenKopen Retin-A 0,025 Zonder ReceptenKopen Sarafem Zonder ReceptenKopen Elocon Zonder ReceptenKopen Isoniazid Zonder ReceptenKopen Brand Viagra Zonder ReceptenKopen Hydrea Zonder ReceptenKopen Advair Diskus Zonder ReceptenKopen Dilantin Zonder ReceptenKopen Carbozyne Zonder ReceptenKopen Reglan Zonder ReceptenKopen Entocort Zonder ReceptenKopen Zetia Zonder ReceptenKopen Cefadroxil Zonder ReceptenKopen Atarax Zonder ReceptenKopen Roxithromycin Zonder ReceptenKopen Diarex Zonder ReceptenKopen Erection packs 2 Zonder ReceptenKopen Lithium Zonder ReceptenKopen Diovan Zonder ReceptenKopen Trileptal Zonder ReceptenKopen Abana Zonder ReceptenKopen Mentat Zonder ReceptenKopen Estrace Zonder ReceptenKopen Amaryl Zonder ReceptenKopen Tulasi Zonder ReceptenKopen Arava Zonder ReceptenKopen Zestoretic Zonder ReceptenKopen Picrolax Zonder ReceptenKopen Deltasone Zonder ReceptenKopen Lisinopril Zonder ReceptenKopen Remeron Zonder ReceptenKopen Cipro Zonder ReceptenKopen Kamagra Oral Jelly Zonder ReceptenKopen Allegra Zonder ReceptenKopen Cefixime Zonder ReceptenKopen Pamelor Zonder ReceptenKopen Quibron-t Zonder ReceptenKopen Danazol Zonder ReceptenKopen Brand Amoxil Zonder ReceptenKopen Bactroban Zonder ReceptenKopen Azulfidine Zonder ReceptenKopen Arjuna Zonder ReceptenKopen Viagra Super Active Zonder ReceptenKopen Caverta Zonder ReceptenKopen Metformin Zonder ReceptenKopen Minomycin Zonder ReceptenKopen Trial Erection packs 1 Zonder ReceptenKopen Betoptic Zonder ReceptenKopen Provera Zonder ReceptenKopen Propecia Zonder ReceptenKopen Lynoral Zonder ReceptenKopen Imuran Zonder ReceptenKopen viramune Zonder ReceptenKopen Elavil Zonder ReceptenKopen Glyset Zonder ReceptenKopen Vasotec Zonder ReceptenKopen Diflucan Zonder ReceptenKopen Risperdal Zonder ReceptenKopen Zaditor Zonder ReceptenKopen Viagra Jelly Zonder ReceptenKopen Benzac Zonder ReceptenKopen Exelon Zonder ReceptenKopen Cymbalta Zonder ReceptenKopen Retino-A Cream 0,025 Zonder ReceptenKopen Artane Zonder ReceptenKopen Lipotrexate Zonder ReceptenKopen Sinequan Zonder ReceptenKopen Ralista Zonder ReceptenKopen Zithromax Zonder ReceptenKopen Lanoxin Zonder ReceptenKopen Zerit Zonder ReceptenKopen Sominex Zonder ReceptenKopen Keftab Zonder ReceptenKopen Lariam Zonder ReceptenKopen Cleocin Gel Zonder ReceptenKopen Micardis Zonder ReceptenKopen Mestinon Zonder ReceptenKopen Lamictal Zonder ReceptenKopen Zebeta Zonder ReceptenKopen Nimotop Zonder ReceptenKopen Sustiva Zonder ReceptenKopen Imitrex Zonder ReceptenKopen Betapace Zonder ReceptenKopen Innopran XL Zonder ReceptenKopen Diltiazem Zonder ReceptenKopen Elimite Zonder ReceptenKopen Brahmi Zonder ReceptenKopen Combivent Zonder ReceptenKopen Benfotiamine Zonder ReceptenKopen Aricept Zonder ReceptenKopen Tegretol Zonder ReceptenKopen Himcocid Zonder ReceptenKopen Actoplus Met Zonder ReceptenKopen Clarinex Zonder ReceptenKopen Doxazosin Zonder ReceptenKopen Erection packs 3 Zonder ReceptenKopen Cephalexin Zonder ReceptenKopen Alavert Zonder ReceptenKopen Indinavir Zonder ReceptenKopen Yagara Zonder ReceptenKopen Avodart Zonder ReceptenKopen Erection packs 1 Zonder ReceptenKopen Depakote Zonder ReceptenKopen Saw Palmetto Zonder ReceptenKopen Ceftin Zonder ReceptenKopen Fosamax Zonder ReceptenKopen Plendil Zonder ReceptenKopen Nitrofurantoin Zonder ReceptenKopen Moduretic Zonder ReceptenKopen Lopressor Zonder ReceptenKopen Citalopram Zonder ReceptenKopen Finpecia Zonder ReceptenKopen Rhinocort Zonder ReceptenKopen Confido Zonder ReceptenKopen Procardia Zonder ReceptenKopen Colchicine Zonder ReceptenKopen Femcare Zonder ReceptenKopen Rumalaya gel Zonder ReceptenKopen Decadron Zonder ReceptenKopen Trial Erection packs 3 Zonder ReceptenKopen Minocin Zonder ReceptenKopen Femara Zonder ReceptenKopen Calcium Carbonate Zonder ReceptenKopen Paxil Zonder ReceptenKopen Inderal Zonder ReceptenKopen Oxytrol Zonder ReceptenKopen Fertomid Zonder ReceptenKopen Trandate Zonder ReceptenKopen Periactin Zonder ReceptenKopen Brand Levitra Zonder ReceptenKopen Astelin Zonder ReceptenKopen Wellbutrin Zonder ReceptenKopen Lipitor Zonder ReceptenKopen Trimox Zonder ReceptenKopen Serophene Zonder ReceptenKopen Epivir-HBV Zonder ReceptenKopen Ophthacare Zonder ReceptenKopen Menosan Zonder ReceptenKopen Geriforte Zonder ReceptenKopen Cozaar Zonder ReceptenKopen Keflex Zonder ReceptenKopen Zenegra Zonder ReceptenKopen Female Viagra Zonder ReceptenKopen Differin Zonder ReceptenKopen Cialis Sublingual Zonder ReceptenKopen Prednisolone Zonder ReceptenKopen Prazosin Zonder ReceptenKopen Cytotec Zonder ReceptenKopen Minipress Zonder ReceptenKopen Eulexin Zonder ReceptenKopen Plavix Zonder ReceptenKopen Lopid Zonder ReceptenKopen Omnicef Zonder ReceptenKopen Bystolic Zonder Recepten

Temas: , , ,

3 Comments en “‘El desgaste ocasionado por los tripartitos no hay política que lo subsane. No se trata de unas simples ronchas; se trata de algo que atañe a la estructura del Estado, a las relaciones, a los odios, y lo mismo en Cataluña que en toda España’”

NOTA: Sean respetuosos con sus comentarios. Se borrarán los comentarios cuyo contenido o enlaces puedan ser considerados difamatorios, vejatorios o insultantes. Recuerden siempre que las formas importan y que hay muchas formas de decir lo mismo. Gracias por participar.
  1. Romualdo - domingo, 23 de enero de 2011 a las 18:06

    Excelente. Eso es ver y analizar. Confiemos en que la sensatez se termine imponiendo. La situación económica y la tensión, generada y alimentada desde el poder, lo requierenl Hoy mas que nunca necesitamos objetivos claros, trabajo y distensión.

  2. Mariacruz - lunes, 24 de enero de 2011 a las 08:42

    He dicho un par de veces, que no sería nada ofensivo si no preventivo y práctico hacer a los aspirantes a dirigentes políticos, un TEST PSCICOLÓGICO, como se hace a los Pilotos y otras profesiones.

    Porque si traen algún trauma psicológico, una ” neura “….mejor que se dediquen a otra cosa y no lo plasmen en su quehacer político.

    Necesitamos gente ” sana de alma “.para estos cargos tan importantes.

    El Sr. Perciay tiene mucha razón, en lo que escribe, y efectivamente esto ;

    “”Y el ominoso pacto del Tinell. “”

    Cómo pudieron soportar esto gente que se cree democrática???…. es el colmo, es locontrario y una ” idiotez”.Cómo los socialistas y otros lo aceptaron?. Estaban hipnotizados?.

  3. Mariacruz - lunes, 24 de enero de 2011 a las 08:43

    PSICOLÓGICO. quise escribir, perdon por la falta.

RSS feed for comments on this post.

Покупаю на beylikduzu escort - берегу свое бабло!