Lectura de verano: ‘Todo lo que era sólido’, de Antonio Muñoz Molina

04.08.2013 | 12:39
 

‘Que cada uno elija ser un ciudadano adulto en vez de un hooligan o un siervo del líder o un niño grande y caprichoso o un adolescente enclaustrado en su narcisismo […]. Después de tantas alucinaciones, quizás sólo ahora hemos llegado o deberíamos haber llegado a la edad de la razón’.

Conocí a Antonio Muñoz Molina, muy joven, cuando mi mejor amigo me regaló un libro de ensayo, Córdoba de los Omeyas, que aún guardo como una joya y que me pareció fascinante, escrito por alguien que se iba de las manos y al que auguraba ya, entonces, desde aquella lejana e intuitiva juventud, alcanzaría grandes logros en el futuro.

El tiempo me dio la razón y a este ubetense claro le han llovido los honores y reconocimientos. Académico de número de la Real Academia Española (1996), premio Nacional de Literatura dos veces, premio Príncipe de Asturias de las Letras (2013), etc.

Su último libro es un esfuerzo de servicio a la ciudadanía que todo el mundo, en este país, debería leer. Todo lo que era sólido supone un ejercicio, talentoso y resumido de lo que nos ha pasado, para poder entender los problemas y proponer una acción concreta y entusiasta para avanzar desde el actual deterioro económico, político y social hacia la realidad que queremos.

‘Hace falta una serena rebelión cívica que a la manera del movimiento americano por los derechos civiles utilice con inteligencia y astucia todos los recursos de las leyes y toda la fuerza de la movilización para rescatar los territorios de soberanía usurpados por la clase política. Hay que exigir de manera eficaz la limitación de mandatos, las listas electorales abiertas, la profesionalidad y la independencia de la administración, la revisión cuidadosa de toda la maraña de organismos y empresas oficiales para decidir aligerarse o suprimirse, a qué límites estrictos tienen que estar sujetos el número de puestos y las remuneraciones, qué normas se deben eliminar para que no interfieran dañinamente con las iniciativas empresariales capaces de crear verdadera riqueza, qué hay que hacer para alentar y atraer el talento en vez de ponerle obstáculos y someterlo a chantajes políticos. Hay que defender sin timidez ni mala conciencia el valor de lo público, que lleva tantos años sometido obstinadamente al descrédito, a la interesada hipocresía de los que lo identifican siempre con la burocracia y la ineficiencia y celebran por comparación el presunto dinamismo de la empresa privada, y a continuación aprovechan contratos públicos amañados para enriquecerse, y renegando del estado saquean sus bienes y se quedan a bajo precio y a beneficio de unos pocos lo que había pertenecido a todos, lo mismo una red de trenes que el suministro de agua de una ciudad, el patrimonio común convertido en despojos’.

Palabra de un futuro Premio Nobel de literatura español. Amén.

2 Comments en “Lectura de verano: ‘Todo lo que era sólido’, de Antonio Muñoz Molina”

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  1. Topo - jueves, 8 de agosto de 2013 a las 10:23

    Buen artículo!

    Pero desde mi punto de vista creo, que únicamente creando un contrapoder real en manos de la gente de a pie, tomando sus propias decisiones de manera los más asamblearia posible, podremos cambiar algo.

    La historia nos demuestra que sólo con grandes movimientos de masa se pueden cambiar las cosas, si esperamos que nos lo cambien desde el parlamentarismo me parece que seguiremos esperando mucho tiempo.

    Debemos despertar ese gérmen anárquico que siempre ha estado presente en España (sobretodo en Cataluña, Levante y Andalucía).

    Por desgracia, es un país de historia revolucionaria, nos hemos aburguesado tanto que hemos perdido la capacidad de incidir en nuestras propias vidas.

    Sano kaj anarkio!

  2. Manuel Morales Fontanes - miércoles, 14 de agosto de 2013 a las 11:41

    Creo, sinceramente, que todos los españoles debían leer el libro “TODO LO QUE ERA SÓLIDO” pues no solo se trata de una lectura tremendamente amena sino que, ademas, es una visión clara y una denuncia de los desmanes que, a través de los años “de la democracia” los políticos se han aprovechado de las circunstancias para hacerse ricos, muchos de ellos, juntamente con sus amigotes y familiares de turno.
    Leerlo, porque su lectura embriaga y embelesa en el afán de seguir leyendo para ver de que se trata el siguiente capítulo.
    Mi enhorabuena a D. Antonio.

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