España

Operación de los poderes establecidos para perpetuar el bipartidismo

Las cúpulas de PP y PSOE admiten que hace falta corregir las prácticas políticas pero sin cambiar radicalmente el sistema. Además, apuestan por “atenuar” los casos judiciales abiertos, porque largos procesos y condenas severas implicarían un descalabro político.

Alfons Quintà
miércoles, 4 de septiembre de 2013 | 13:52

Las relaciones entre la cúpula del PP y del PSOE son mejores de lo que parece. Las une el miedo a que se acabe el bipartidismo. Para evitarlo, existe una fuerte posibilidad de que los principales casos de corrupción política o institucional tengan una solución judicial más bien suave. Estos puntos, y otros complementarios, son el resultado de conversaciones con altas fuentes económicas y algunas políticas españolas.

Sintetizando, el sistema surgido de la Transición y de la actual ley electoral ha optado por defenderse, más que reformarse. Hay que estar muy atento a los hechos que se puedan producir. De momento, ha retomado su trabajo la Comisión de la Ley de Transparencia.

Las mejores fuentes provienen de empresarios y financieros del más alto nivel. Estas fuentes no tienen adscripción política, pero sí acceso a la Moncloa y a la cúpula del PSOE, en particular a Felipe González.

Las instituciones básicas del Estado

Todo empezó con su inocente deseo de querer tomar el pulso a la situación económica. Llamé a una fuente muy importante que me expuso el núcleo de este artículo. A continuación hablé con un puñado de fuentes, esencialmente económicas y financieras.

Es evidente que estamos en una crisis política y otra económica, o viceversa, entrelazadas. Afectan a instituciones básicas del Estado, desde la Corona al modelo autonómico, pasando por el modelo (o carencia de modelo) judicial, la honestidad (o deshonestidad) en relación al dinero público, la creación de líderes, el sistema electoral y todo lo que se quiera.

En cuanto a la locura secesionista surgida en Cataluña, todas las fuentes han coincidido en remarcar que no incide. En cambio, Mas incomprensiblemente confiaba en que Rajoy le necesitaría. Ahora pasa exactamente lo contrario: muchos quieren una entente entre el PP y el PSOE. La operación que expongo, no tiene que ser la única, ni todas tienen que tener el mismo sentido. En todo caso, no tiene en cuenta la situación catalana, cosa muy comprensible. Si te instalas en el extremismo, te quedas solo, en un extremo, enterrado bajo tus propios escombros.

Reacomodar, no reformar

Ante la situación que vivimos, no se ve un modelo transversal de reforma. En cambio, lo que expongo es una visión transversal destinada a evitar cambios radicales. “No tenemos -me dice una de las fuentes- un marco institucional que nos entusiasme, pero las fuerzas políticas que esperan poder sustituirlo podrían ser todavía peores; por eso creemos que no tenemos que ir a ningún cambio radical, sino intentar evitarlo. Queremos mantener el bipartidismo y pacificar los espíritus”.

A otra fuente le digo que “no parece que queráis limpiar la casa, sino más bien esconder el polvo bajo la alfombra“. Me responde que “es un poco eso, pero también sabemos que hay que evitar muchos errores del pasado reciente. Sin detener las turbulencias actuales no se puede hacer nada”.

Todo empezó en mayo en París

Dos de las fuentes me dicen que “todo empezó en París, el 28 de mayo pasado”, en la celebración en de un encuentro del Instituto Berggruen sobre Gobernanza para tratar de Europa, y en especial el paro juvenil. Dos personas, miembros de la dirección de aquel instituto, jugaron un papel intersticial, pero importante. Ahora continúan estando muy atentos. Son el multimillonario Nicolas Berggruen y el periodista Juan Luis Cebrián, consejero delegado del grupo Prisa y de El País.

Berggruen tiene una fortuna personal estimada en más de dos mil millones de euros y Cebrián es el periodista mejor pagado de Europa, si bien el grupo de El País tiene que encarar pérdidas fabulosas. La continuidad política de aquel encuentro está, según las fuentes, en manos de Mariano Rajoy, también participante de aquel encuentro, y del ex presidente Felipe González, miembro de la dirección de aquel instituto.

También forman parte de la cúpula de aquel instituto políticos, o ex políticos, como Tony Blair, Mario Monti, Guy Verhofstadt, Romano Prodi, Gerhard Schröder, Jacques Delors y el propio Felipe González, así como intelectuales, entre ellos Anthony Giddens, Nial Ferguson, Joseph Stiglitz y Alain Minc, hombre de grandes operaciones internacionales de La Caixa.

¿Una operación más, o bien ‘la operación’?

Conozco lo suficiente la vida política española como para saber que periódicamente surgen operaciones comparables. Ahora bien, en este caso resulta que hay personas de mucho peso que están interesadas. En todo caso, es lo que me dicen personas que, efectivamente, son económicamente prominentes.

Personalmente, podría creer que una operación de limpieza aparente -o de enjuague- puede implicar empeorar todavía más una situación política y social bastante delicada en sí misma. Aun así, ahora no se ve a nadie capaz de proponer y protagonizar cambios reales, como dar la vuelta a la tortilla en el tema de la corrupción o en el “desgobierno del mundo público”, para decirlo usando el título de uno de los pocos intelectuales que va a fondo en la corrupción, el profesor Alejandro Nieto.

Evitar el caso italiano de mani pulite

El febrero de 1992 empezó en Italia el escándalo de Tangentopoli o de mani pulite. Serían detenidas muchas personas. Como consecuencia política, desaparecieron dos partidos clave: la Democracia Cristiana y el Partido Socialista Italiano. Aquel ejemplo exasperó a muchos políticos caseros. Personalmente oí expresiones de odio por parte del entonces secretario general de la Presidencia de la Generalidad, Lluís Prenafeta, como del fiscal Antonio Di Pietro, que se destacó en los procedimientos judiciales.

Mis fuentes declaran que actúan porque no quieren que España siga aquel camino. “Tenemos miedo de que aparezca un movimiento republicano fuerte”, me dice una de las fuentes. “No queremos cambiar el sistema actual, sino sólo mejorarlo. En Europa predomina el bipartidismo y nosotros queremos que aquí también”, me dice otra fuente.

Preocupación por el secesionismo catalán

Curiosamente nadie me habla del secesionismo catalán. Soy yo quien tiene que sacar el tema. “En Madrid el separatismo catalán no preocupa a día de hoy. Muchos creen -me dice una fuente- que Mas acabará haciendo el ridículo y nada más. En cambio sí que inquieta más que ERC pueda acceder a la Presidencia de la Generalidad. Pero todavía se ve lejos. Personalmente, creo que tendría que haber una política más activa respecto a Cataluña, pero no encuentro a gente que piense lo mismo. Creen que todo es tan irracional que se irá hundiendo por sí solo“, señalan.

Es muy curioso que habiendo hablado con un buen número de personas y sabiendo, desde hace años, que soy catalán, nadie planteara el tema. Diría que son otras las cuestiones que les quitan el sueño.

La corrupción antes que nada

Las fuentes creen que se tienen que reformar leyes y cambiar prácticas políticas, pero sin introducir el delito de corrupción política. Consideran urgente “atenuar” los casos judiciales abiertos, porque largos procesos y condenas severas implicarían un descalabro político.

Les replico que tapar un mal real, muy dañino para la economía y para la moralidad de la vida pública, puede conducir a que la explosión en contra del sistema actual acabe siendo todavía mayor. Pero las fuentes lo ven de manera distinta, a pesar de que ninguno de ellos sea directamente corrupto, si bien ganan mucho dinero en un mundo que saben que es corrupto.

En el marco de lo que expongo, quieren que Mariano Rajoy haga que el ministro de Justicia, Ruiz Gallardón, aconseje más bien prudencia -por decirlo de forma edulcorada- a los fiscales. Quieren que Rajoy pueda mandar “con comodidad” y no tenga que estar paralizado por los escándalos. “Si Rubalcaba fuera presidente, también querríamos lo mismo para él”, me dice una fuente.

Felipe González y Javier Solana

Curiosamente, algunas de las fuentes muestran una clara antipatía respecto a Gallardón. Una de las fuentes cree que es la única persona que realmente aspira a sustituir a Rajoy. Me dice que la mayoría del PP está en contra de Gallardón, pero que en cambio podría llegar a una entente con Rubalcaba. A este último, le marginan, mientras hablan favorablemente de Felipe González y, en menor grado, de Javier Solana. Como que creo que tengo que hacer de notario y no asustar, no insisto demasiado respecto de estas distinciones, esperando poder hacerlo en un futuro.

También evito entrar en consideraciones respecto a Nicolas Berggruen, de 52 años, de padre judío (creador del magnífico Museo Berggruen de Berlín), nacido en Francia y de doble nacionalidad, alemana y estadounidense. Destacan que tiene un gran peso económico en Francia y en medios de una vieja organización que se declara “discreta” y a menudo fue más bien secreta. Quien esté interesado, puede encontrar fácilmente en internet artículos del propio Berggruen publicados en El País, diario a que está vinculado.

Todo está encarrilado

Si algo une todo esto es evitar un traspié, como hizo mani pulite en Italia. Les interesa, en el sentido indicado, el impresentable caso Nóos, el caso de José Blanco (resuelto hace muy poco y que sitúan el marco de lo que expongo), el caso Matas (también más bien resuelto, en Baleares), el caso Faisán (que parece que ya no puede afectar a Rubalcaba) y, por supuesto, el caso de los ERE de Andalucía y sobre todo el caso Bárcenas. Para decirlo sencillamente, creen que ir a fondo en estos temas implicaría trastornos imprevisibles, que quieren evitar.

Respecto al tema Bárcenas, una fuente me dice: “Creo que no tienen por qué producirse daños colaterales, que hagan daño a la cúpula del PP. Así, quedaría todo reducido a un delito fiscal afectando sólo a Bárcenas”.

¿Quién osaría hacer reformas?

Hace sólo dos días tuvo lugar la sorprendente aparición en un tema informativo delicado del presidente del diario La Razón, Mauricio Casals, personaje que parece que es muy poderoso y muy activo en la sombra.

Cuando se lo comento, una fuente me dice: “Hay muchas operaciones transversales para reducir el alcance del gran desbarajuste creado”. Le advierto de que quizás sería mejor hacer reformas en profundidad, siempre en contra de la corrupción. Me contesta: “¿Tú te verías capaz?”. Rápidamente le digo que, respecto a Cataluña, no me vería capaz de reformar nada, dado que hay un enloquecimiento muy grande. En Madrid quizás hay más campo por recorrer, si bien, con grandes posibilidades de que las reformas serias acaben fracasando.

Una operación como tantas otras

En efecto, no estamos ante casos puntuales ni aislados, sino de un sistema. Como parece indicar lo que he expuesto, algunos empresarios que pueden perder mucho creen que con un cambio podrían perder más.

Hay que afirmar que operaciones, o esbozos de operaciones, como la que honestamente he expuesto, siempre las ha habido en España. Desconozco el porcentaje de éxitos y de fracasos, pero todas las que he visto, con una cierta distancia y siempre sin implicarme, tienen un cierto valor en cuanto a indicadores de una realidad podrida. Las explica nuestra debilidad institucional, la gran resignación imperante y la falta de personas con coraje y competentes. En la medida en que tenemos parlamentos ineficaces e irreales, la realidad (a menudo aliñada de irrealismo) circula por otras vías.

Sagasta y Cánovas, 128 años después

Ahora parece que, mutatis mutandis, en cierto modo se quiera recuperar, discreta y encubiertamente, el Pacto del Pardo de 1885. Permitió la alternancia entre el conservador Cánovas y el liberal Sagasta. Realmente, ni en el conjunto de España, ni en Cataluña, se entienden los sentimientos de autosatisfacción (la maldita autocomplacencia catalana) que dominaban hasta hace poco.

Ahora se nos ve desnudos y enfangados. Por lo tanto, hay lugar para todo, incluso añorar un sistema que ahora se demuestra carcomido desde su inicio. Ciertamente, aún puede llegar a estarlo más, en sentidos diversos.

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16 Comments en “Operación de los poderes establecidos para perpetuar el bipartidismo”

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  1. spagnoletto - miércoles, 4 de septiembre de 2013 a las 16:07

    Vaya telita.

  2. enrique - miércoles, 4 de septiembre de 2013 a las 16:34

    El “poder”, sobre todo el de siempre, el económico, tiene por costumbre mirarse el ombligo y no razonar nada más que desde la posición de las oligarquías creyendo que el 90% de los ciudadanos son tontos de laba y totalmente manipulables. Están encerrados en su victoria de finales de los 80 sobre todo lo que olía a progresismo y no solo frente a la URSS. Pero las personas aprenden y esta crisis, y sobre todo la coartada antidemocrática y capitalista de la UE, ha hecho pensar a todo el mundo. No es tan fácil ya manipular a la sociedad y el cierre en falso prostituyendo la justicia y la verdad creo que producirá, entre otras cosas, odio y rabia en ese 90% de la población. No, no estamos en 1975 y los sueños de los hombres que se enterraban con cuentos son ahora más difíciles de boicotear. Sencillamente porque nos conocemos la mayoría de los viejos cuentos y para inventar otros es necesaria no solo la imaginación, que no tienen, es necesario sobre todo que la ciudadanía permanezca adormilada. Y padece insomnio gracias a las continuas bofetadas que se le han propinado los últimos tres años.
    Por otro lado el separatismo catalán hará que en 2014 en bipartidismo se enfrente a su verdadera cara: por la derecha el falso patriotismo español que solo se utiliza par.imponer su neoliberalismo, y por la izquierda el trastorno bipolar, la esquizofrenia Psoe/Psc. El separatismo catalán pondrá al bipartidismo ante el espejo de sus demonios familiares. Si no hay alternativa ideológica dentro del espectro de democracia cristiana, liberalismo,, socialdemocracia y socialismo izquierdista, entonces se abrirá el camino para la revolución. S,i esa con que la oligarquía tiene sus peores pesadillas.

  3. robertg - miércoles, 4 de septiembre de 2013 a las 16:44

    Viendo este magnífico vídeo de mamisbala2 ( aclaratorio para mentes cortas) uno llega a comprender muchas cosas, entre ellas al PP.PSOE, y también a Alfons Quintà, con mucho esfuerzo de imaginación.
    El poder de cambio y transformación de una sociedad va parejo con la fuerza de rebeldía de la misma. Por estarazón hay que estar el 11-S en la vía o en la calle, conectándose con la gente que busca organizarse de manera activa para librarse del dictado(de dictadura) rojigualdo o de la naturaleza que sea (Tranquilos: No vamos a salir del dictado rojigualdo para meternos en el dictado de LaCaixa con los amigos de Duran i Lleida)
    Los catalanes estamos a años luz de los rojigualdos mamis-balados (que balan o sea dan balidos) . Que gran lección que les estamos dando a las ovejitas cerriles

  4. Pablito - miércoles, 4 de septiembre de 2013 a las 16:50

    Las relaciones entre las directivas del PP y del PS nunca fueron malas. Téngase en cuenta que son los mismos lobos con distintos collares.
    Hoy, hartos de tanta ponzoña, podredumbre y mentiras, el votante que no hemos desertado aun, estamos hechos un lio. Hay opciones con partidos pequeños, pero no son suficientes mientras la sombra de estos dos gigantes de barro; PS y PP haya desaparecido. Y por higiene sería lo mejor que pasara a nuestra democracia.
    Buscar otras respuestas es ignorar la lógica. Intentar otras soluciones no hay muchas. La única válida es quizá obligarlos al uno y al otro devolver todos los atropellos que para financiarse han hecho y parte de su directiva dormir en la cárcel sin paga.

  5. drac - miércoles, 4 de septiembre de 2013 a las 17:35

    ¡ Como si los partidos mandaran algo o de algo ! Estamos en el XXI
    Si da lo mismo que sea bipartidismo , multipartidismo que manque fineza o que sobre sal gorda.

  6. Dolomitas - miércoles, 4 de septiembre de 2013 a las 17:48

    Siempre se ha dicho: “Entre bueyes no hay cornadas”. Y todos ellos tienen bastantes asuntos de corrupción que tapar; si bien es verdad que algunos mayores que otros.
    Del artículo, subrayo la frase: “En la medida en que tenemos parlamentos ineficaces e irreales, la realidad (a menudo aliñada de irrealismo) circula por otras vías”.

  7. amm - miércoles, 4 de septiembre de 2013 a las 17:59

    Vaya panda de masones.No cambiar nada para que todo siga igual.

  8. Una opinión más - miércoles, 4 de septiembre de 2013 a las 18:26

    Interesantísimo artículo del señor Quintà desvelando algo de las cloacas del poder en España.

    Lo cierto es que los que vivimos el proceso del tardo franquismo y la Transición, comprobamos cómo el franquismo desembocaba en una apertura de libertades (incorporación del catalán al sistema educativo, destape, Cuadernos para el Diálogo, La Codorniz, El País, La Clave…) y, tras la llegada al poder de Felipe González, en un retroceso de libertades (asesinato de Montesquieu, toma de Cajas de Ahorros por políticos y sindicalistas, el GAL, financiación ilegal del PSOE, comisiones de constructores a los partidos por adjudicaciones de obras, liberalización de los alquileres a precios de mercado con Boyer, desaparición de La Clave, aparición de las mamá chichos…).

    Felipe González Márquez es un personaje siniestro, igual que Alfonso Guerra, se comportaron como sicarios por encargo de algún poder deseoso de que en España no existiese la democracia ni el Estado de Derecho.

  9. sergio - miércoles, 4 de septiembre de 2013 a las 19:08

    Lo que tiene que reformar es la ley de partidos politicos y prohibir las subvenciones, hoy mismo el exgerente del pp ya ha reconocido ante el juez que recibia dinero en negro procedente de donativos no declarados, osea que por x dinero el gobierno de turno ofrece x contratos a x empresa a cambio de llenarse el bolsillo este pais es un escandalazo y el paro no ha bajado este mes como dicen, hay 100.000 personas menos trabajando pero no inscritos al paro, eso sin contar los que se han tenido que ir a trabajar fuera.

  10. Raimon Rodríguez - miércoles, 4 de septiembre de 2013 a las 19:20

    Pues aunque sea un poco triste, yo creo que es preferible mantener el imperfecto orden que tenemos ante la eventualidad de que todo pueda saltar por los aires. Es preferible este bipartidismo matizado que tenemos que no un orden donde los hombres fuertes puedan ser los Grillo, los Berlusconi, Syriza, etc. Creo que todo cambio sería a peor, no lo contrario. Desafortunadamente.

  11. Juan Pérez - miércoles, 4 de septiembre de 2013 a las 19:44

    Nada más leer este artículo realista y contundente como una patada en los testículos, me ha venido a la memoria el titulo del poeta exiliado: “Desolación de la Quimera”. Quintà no parece dejar espacio para la ilusión, la utopía o, más modestamente, la simple esperanza; pero contra esa realidad artificial de la vida política española, un simulacro de democracia que, por lo leído, casi aspira a convertirse en “orgánica”, como si se le hubieran adherido en demasía los lodos pagados en la Transición, es muy probable que el sano instinto de los votantes humillados le den un giro insospechado a la situación, para desesperación de los mangoneantes caciques que quieren atarlo todo al estilo del viejo régimen franquista. En los madriles del alma mía “pasan” del folclore secesionista, con esos aires de superioridad mesetaria idénticos a los montserratinos de los separatistas, sin darse cuenta de que aquí estamos ya metidos de lleno en esa crisis que acabará afectando a toda la “pell de brau”, y que un sistema tan bipartidista como el general, saltará hecho añicos en las próximas elecciones, con la italianización correspondiente que nos espera, lo cual augura un calendario de protestas, movilizaciones y luchas particulares tan complejo que nos llevará tiempo poder asegurar la gobernación racional de la autonomía….; todo ello, claro está, si la locura secesionista no nos lleva a enfrentamientos entre “buenos catalanes subvencionados” y “malos españolistas muertosdehambre”, según su pedestre sociología.
    Lo que se desprende del excelente artículo de Quintà es el alcance de la inmensa mediocridad que nos representa en esa mixtura perversa de políticos, financieros y periodistas.
    (http://provinciamayor.blogspot.com.es/)

  12. Fagot - miércoles, 4 de septiembre de 2013 a las 20:19

    pues me parece muy bien la teoría, pero como siempre en esto e la democracia, le fallan las piernas. Mientras no nos cambien la papeleta, va a estar chungo lo que se quiera hacer. Francamente, el resultado de los juicios y demás ya es lo de menos y lo de más (si pasara eso, sería cuando la población se riera y en verdad votase a cualquiera).

    Si quires salir de esta situación de incertidumbre multipartidista, sólo tienen una salida; hacer rodar cabezas como si fueran canicas y rezar para que la recuperación económica en verdad esté aquí. La cara b del disco es que si esa recuperación llega de la mano del PP, tendremos PP para mínimo 3 legislaturas y no creo que el PSOE esté por la labor ¿o sí?

    Por otro lado, maestro Quintá, Madrid tiene muy claro que el problema lo tiene cataluña, creo que somos los catalanes los que no tenemos claro donde ha estado siempre el problema (de hecho, la sanidad está como está y no es problema de los gallegos, que la tienen en mejores condiciones con menos dinero). A madrid le basta con suspender la autonomía de cataluña y san se acabó la historia. Nadie les va a decir nada ni nadie va a decir que es un atropello a cataluña. A ver cuando nos enteramos de eso.

  13. Ciudadano Sinmitos - jueves, 5 de septiembre de 2013 a las 01:11

    Interesante artículo, para recordar y tener en cuenta. No solo trasmite la opinión del autor, también las de sus numerosas y cualificadas fuentes.
    Pero nuestro bipartidismo no es ni ha sido verdadero. Ha habido siempre otros partidos poderosos que han condicionado su funcionamiento: los partidos nacionalistas catalanes y vascos. Estos partidos, enemigos de hecho del Estado Español, han sido los que más han influido en el desarrollo del Estado autonómico y en su gestión. La crisis política y económica que soportamos se debe en gran parte a ello.
    El exceso de partidos provoca el caos, que es peor que un ordenamiento deficiente, pero opino que en la España miembro de la UE del siglo 21 se tendrán que producir cambios políticos profundos para avanzar en el progreso. Sobrevivirán los viejos partidos del siglo pasado, pero es probable que partidos de nuevo cuño, sin hipotecas, con nuevas ideas, comprometidos con la transparencia y el ciudadanismo, lleguen a influir en el poder legislativo y en el ejecutivo.
    El bipartidismo imperfecto ha sentado muy mal a la vieja España. Los partidos nacionalistas se declaran ya abiertamente separatistas (era de esperar para los que conocen bien los credos nacionalistas identitarios). O sea que la España de los últimos 500 años está en peligro de romperse.
    El BIPARTIDISMO no resolverá por si solo los problemas que ocasiona el NACIONALISMO, puesto que lo ve como un posible aliado ocasional. Para conseguirlo se necesitará la acción política antiidentitaria del CIUDADANISMO.

  14. DANIEL - jueves, 5 de septiembre de 2013 a las 05:48

    Un artículo buenísimo. No entiendo cómo ha pasado la censura. Quizá porque los que detentan el poder ya no se molestan en ocultarlo, tan seguros que están.

  15. Luis Bouza-Brey - jueves, 5 de septiembre de 2013 a las 11:28

    En mi opinión, el problema nuclear no es ni el bipartidismo ni la corrupción, pues ambos son manifestaciones derivadas de la obsolescencia de las estructuras básicas del régimen constitucional: del carácter oligárquico del sistema electoral y la estructura interna de los partidos; de la degeneración del modelo de Estado autonómico debido a la apertura sin límites de la Constitución, la presión de los partidos independentistas y el terrorismo, la inutilidad del Senado y la carencia de controles efectivos sobre el funcionamiento político y administrativo de los poderes autonómicos; de la ineficiencia y falta de independencia del poder judicial, cuya lentitud, alto coste y excesivo formalismo lo hace inútil para la sobrevivencia de un Estado de Derecho moderno; y, por último, de la degradación del nivel de la clase política, la ausencia de liderazgo político y el sectarismo, anquilosamiento, fundamentalismo y cainismo de líderes, partidos y electores.
    Estas patologías estructurales y culturales llevan a una crisis de régimen que no se podrá resolver con parches, sino que se hace necesaria una profunda reforma constitucional que comience por el sistema electoral —haciéndolo más representativo y democrático mediante una combinación de fórmula mayoritaria y proporcional—, continúe por la distribución de competencias entre centro y periferia y cierre el sistema autonómico, y haga efectiva la separación de poderes, la eficacia y eficiencia de la Administración pública y del poder Judicial, y además la independencia de este último.
    Todo esto hay que hacerlo mediante los instrumentos legales adecuados de reforma y revisión constitucional, que exigen mayorías muy cualificadas y exigen, por tanto, un Pacto de Estado entre los dos grandes partidos. Y es ahora cuando hay que iniciar el proceso, antes de que el Parlamento se descomponga en un multipartidismo enormemente fragmentado derivado de la parálisis y agonía del sistema político. Después, será mucho más difícil llevarlo a cabo.
    El bipartidismo no es necesariamente negativo, y la corrupción hay que frenarla con reformas y castigarla con cautela, pues el pringue está demasiado generalizado, y del caos no puede salir nada bueno.

  16. vado - viernes, 6 de septiembre de 2013 a las 03:19

    Señalar (ciudadano sinmitos) en unos, sus credos nacionalistas identitarios y a continuación hablar, de la vieja España o de la España de los 500 años que puede romperse, me parece chocante. Por esta via también se podria hablar de la opresión de la Cataluña milenaria. según se identifique con la cultura politica castellana o catalana.

    Todas estas referencias al bipartidismo como mal menor y aceptación resignada de la degradación política y de la corrupción del mismo es el miedo que nos atenaza ante la incerteza del cambio de paradigma

    La crisis económica y social tiene su origen en la existencia de unos poderes economico-financieros, con sus representantes locales, que se mueven sin control y que han superado la politica tradicional. Y la politica tradicional se ha doblegado a dichos poderes y se ha beneficiado de ellos. Otro elemento es la limitación a la que ha llegado el modelo social ligado al crecimiento permanente..
    Los movimientos sociales han tomado un auge importante, veremos si realmente alcanzaran la fuerza suficiente para modificar la realidad.

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