Cataluña
‘Esas autopistas catalanas, que se construyeron en el tardofranquismo hace ya casi cuarenta años, las hemos estado pagando todos los españoles, a través de los Presupuestos Generales del Estado’
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Rafael Esteve Secall, profesor titular de Economía Aplicada en la Universidad de Málaga, en un artículo publicado este miércoles en Abc:
‘[…] Se han utilizado las balanzas fiscales territoriales como base científica para justificar ese ataque [de los partidos nacionalistas de Cataluña] al principio de solidaridad en que se fundamenta el funcionamiento de la España autonómica frente a las cuales el argumento desmitificador de la gran mentira es que quienes tributan son los ciudadanos no los territorios, como si estos fueran sujetos pasivos de la imposición. Y es evidente que si hay mayor nivel de renta per cápita en Cataluña que en el resto de España, también es lógico que Cataluña tribute más en términos relativos.
Pero también se han utilizado, y se siguen utilizando, los peajes de las autopistas para difundir ante la población catalana ese presunto maltrato o explotación fiscal de España respecto de Cataluña. Paso a referirme a este punto. El discurso es el siguiente: ¿por qué los catalanes tenemos que pagar peajes para utilizar las autopistas mientras que en el resto de España las autovías son libres? Discurso nacionalista aparentemente intachable que se basa en una mentira histórica como otras muchas en que los nacionalistas tratan de fundamentar sus pretendidos agravios. ¡Qué flaca es la memoria!
Refresquémosla y vayamos a los años setenta. Porque esas autopistas catalanas, que se construyeron en el tardofranquismo -dato muy importante- hace ya casi cuarenta años, las hemos estado pagando desde entonces también todos los españoles, a través de los Presupuestos Generales del Estado. Y, ¿cómo es eso se preguntará el lector? La respuesta es simple. Las primeras autopistas de peaje construidas en Cataluña y el País Vasco se abordaron con créditos internacionales en los que el Estado español (es decir el conjunto de los españoles a través de sus impuestos) garantizaba el tipo de cambio. Eso significa lisa y llanamente que las empresas explotadoras de las mismas han estado devolviendo dichos créditos en dólares, pero a un tipo de cambio fijo. Tipo que cuando se concertaron esos créditos estaba en torno a las 70 pesetas por dólar. Pero al poco tiempo llegaron las sucesivas crisis del petróleo, la crisis industrial, el hundimiento del franquismo, la crisis política, etc., y el tipo de cambio alcanzó casi las 200 pesetas por dólar. La diferencia entre uno y otro tipo de cambio, es decir entre las 70 pesetas aproximadamente en que se concertaron y, por ejemplo, las 140 pesetas en que se cambiaría el dólar hoy día de existir la divisa española, la ha pagado desde entonces el Estado español a través de unas partidas específicas en los Presupuestos Generales. ¿En qué medida esa decisión se pudo tomar aprovechando la debilidad del régimen franquista en sus últimos momentos? Que el lector saque sus consecuencias. En cualquier caso, las autopistas catalanas y vascas las hemos pagado entre todos los españoles a precio de oro.
Sería pues muy ilustrativo cuantificar cuánto nos ha costado a todos los españoles ese seguro de cambio, cifras que debieron aparecer en los presupuestos de cada año y que, por cierto, son muy difíciles de encontrar en el maremágnum de partidas presupuestarias y sus cambiantes denominaciones. A finales de los años noventa detecté la cifra consignada en los Presupuestos Generales, creo recordar que de 1999, y era de 1.027 billones de pesetas, es decir casi 6.200 millones de euros, y se calculaba que todavía quedaban por pagar otros 300.000 millones de pesetas más -1.800 millones de euros adicionales- para amortizar totalmente esos créditos internacionales que ya se habrán terminado de amortizar. Ignoro si esas cantidades incluían seguros de cambio de otro tipo de inversiones, pero lo que es evidente es que todos los españoles pagamos por lo menos lo mismo que las concesionarias en seguros de cambio con nuestros impuestos. ¿Alguien podría hacer la cuenta y desmontar, de una vez por todas, esa enorme falacia de que los catalanes pagan peaje y el resto de los españoles no?
Y no solo las hemos pagado entre todos los españoles sino que, además y principalmente, se beneficiaron de ellas las economías catalana y vasca durante muchos años en que el resto de España apenas contaba con una red de carreteras de dos carriles. Así pues, señores del Gobierno [autonómico] catalán, dejémonos de discursos victimistas para tratar de justificar la pérdida de unos privilegios a los que la España de las Autonomías puso coto. Eso no empece para que Cataluña sufra problemas de financiación como los tienen todas las Comunidades Autónomas y el propio Estado español, pero las razones son muy otras como sabemos todos. ¡A lo mejor la solución al problema estaría en que el País Vasco y Navarra se financiaran como el resto de las Autonomías en el marco de un proceso de armonización fiscal española vinculado a la armonización fiscal europea! Porque, ¿tiene lógica que vayamos a una armonización fiscal entre los miembros de la Unión Europea y se vaya en sentido contrario entre las Autonomías en el seno de España?’.
DLM – Viernes, 10 de agosto de 2012 a las 11:02
Els peatges que controla la Generalitat són més barats que els altres.
EL CONFIDENCIA DIGITAL- (29 de julio del 2012)
Europa maniobra para dinamitar el sistema autonómico español. La UE prepara un informe para exigirle al Gobierno la supresión inmediata de 2.700 El macro-ajuste anunciado por Mariano Rajoy hace tres semanas ha sido bien recibido por Bruselas pero no es suficiente. La Comisión Europea considera que es necesario aplicar recortes en una dirección: las Autonomías. La UE va a exigir al Gobierno la supresión de 2.700 organismos regionales.
Según ha sabido El Confidencial Digital, la Comisión Europea está redactando en estos momentos un informe con nuevas ‘sugerencias’ al Gobierno de Mariano Rajoy, que será presentado en la próxima cumbre de Bruselas y que recogerá una serie de medidas a aplicar para reducir el gasto, ahora dirigidas específicamente a las comunidades autónomas.
Un alto cargo del Parlamento Europeo ha confirmado a ECD que las autoridades europeas están especialmente preocupadas “por los anuncios de rescate de regiones como Cataluña o la Comunidad Valenciana”, por lo que “reclamarán a España un duro plan de ajuste para controlar esos agujeros en las autonomías”.
En este sentido, añade, desde Bruselas consideran que medidas como la subida del IVA o la supresión de la paga extra a los funcionarios eran imprescindibles para salvar la situación a corto plazo, pero “una reducción del déficit hasta alcanzar el objetivo del 3% en 2014 exige cambios estructurales que supongan un ahorro definitivo”.
España debe eliminar ya 2.700 organismos autonómicosLas mismas fuentes explican que la medida más urgente para la Comisión Europea es muy concreta: la supresión de 2.700 organismos autonómicos por parte del Gobierno central, que deberá especificar a cada región qué entes debe eliminar.
Y Europa realiza una advertencia: esta exigencia fue una de las primeras que recibió Mariano Rajoy nada más llegar a La Moncloa hace siete meses y, sin embargo, en todo este periodo “España sólo ha eliminado 5 de esas corporaciones”. De ahí que Bruselas haya decidido dar un paso más e incluir esa medida como imprescindible en el próximo informe de la Comisión.
Según los datos que maneja Bruselas, en España hay más de 5.000 organismos regionales que suponen gastos de miles de millones. “La optimización de esa estructura es vital –advierten de la UE- para el cumplimiento del déficit”.
Entre las corporaciones a las que la Unión Europea califica como “prescindibles”, destacan las televisiones autonómicas, las embajadas regionales en el exterior, y todas las empresas públicas locales
Lluis C: ¿Donde tiene la sede social Albertis? De paso lea algo sobre esa sociedad y vera que tiene construidas y cobrando bastantes autopistas fuera de Cataluña, e incluso a nivel internacional. Se está produciendo una confusión, a mi entender deliberada, equiparando el peaje a un impuesto, cuando es una tasa de retorno de la inversión. Que puede ser mayor o menor (el peaje) dependiendo del coste interno de la propia autopista. También puede ocurrir que la autopista sea en sí misma un dislate (la R-4 madrileña, por ejemplo), por errores conceptuales e interesados. Al final no solo pagan los usuarios el coste sino también la mayor parte los contribuyentes, conduzcan o no y usen o no cada autopista concreta. Si en vez de politizar el asunto de la peor manera posible se estudiara la verdad, se llegaría a una sola conclusión: se han realizado autopistas a veces necesarias (las más) y otras por razones poco claras. En vez de poner el dinero el Estado de la inversión, lo hace la concesionaria. Pero como el precio del peaje no llega a cubrir el retorno de la inversión y los beneficios previsibles, al final el Estado (los contribuyentes) acaban pagando a la concesionaria, que nunca pierde. Y repase el historial de Albertis, con sede social en Barcelona, recuerde.
Lo malo es que una mentira repetida miles de veces acaba siendo verdad. Está bien que alguien refresque la memoria de lo que realmente ha pasado.
Yo sólo digo que tengo 52 años y que pago cada dia para ir a trabajar y volver a casa 6,50. Pregunto ¿quien dice el profesor Esteve que ha pagado las autopistas catalanas? No hace falta ser economista, solo saber sumar un poquito para saber que las autopistas las hemos pagado de sobra los catalanes y los que tienen la mala suerte de pasar por aquí