Cataluña

‘Entre los asistentes [a la corrida de toros en Céret] veo a un consejero. Le digo que tal vez harían bien en revocar la ley que fuerza a los catalanes a una emigración dominical. Me responde: “A ver si el Constitucional nos echa una mano”’

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Redacción
miércoles, 17 de julio de 2013 | 18:43

Joan Barril, periodista, en un artículo publicado este martes en El Periódico:

‘[…] En mi revolución personal no estaba previsto nada nuevo para el pasado domingo 14 de julio. Tal vez quedarme en cama tan tranquilo. Pero mi amigo Pedro y su encantadora familia insistieron en llevarme a Céret, ese pequeño enclave del Vallespir por el que pasaron todos los artistas del mundo y no pocos toreros. La pequeña plaza de toros de Céret estaba, como decían los cómicos, “abarrotá”. Hace tiempo que manifiesto mi escepticismo por ese tipo de celebraciones. Pensé que el hecho de tratarse de una corrida en Francia le quitaba el incómodo calificativo de fiesta nacional. Tal vez sus orígenes tuvieron lugar en España, pero una corrida de exportación la convierte en universal.

[…] La primera sorpresa de la tarde fue escuchar a la banda interpretando Els Segadors con el público puesto en pie. A continuación las cuadrillas hicieron su paseíllo y los areneros y monosabios aparecieron en el albero tocados con barretinas rojas y fajas y alpargatas. Me fijé que en los distintos lugares del callejón figuraban en rótulos muy grandes las palabras: metges, majoral, espases. […] Si Dalí proclamó que el centro del mundo era la estación de Perpiñán, la plaza de Céret el día 14 de julio era otro centro de otro mundo. Profano como soy en cuestiones de la lidia iba preguntando a mi amigo Pedro el significado de los pases y la importancia de los lances. […] Es cruel, tal vez porque se paga para ver la muerte de un ser vivo. Pero a veces el ser vivo está a un par de centímetros de la muerte. Eso es lo que le sucedió a Fernando Cruz sobre las arenas de Céret. Revolcón, un aire de tragedia, el necesario remiendo de la taleguilla y un susto que podía acabar en tragedia en mi primer día de noviciado […].

Entre los asistente veo a un consejero. Me acerco y nos abrazamos como el alguacilillo abraza al diestro antes de darle un trofeo. Le digo que tal vez harían bien en revocar la ley que fuerza a los catalanes a una emigración dominical. Me responde: “A ver si el Constitucional nos echa una mano”. Queda claro que el consejero es ante todo un aficionado’.

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13 Comments en “‘Entre los asistentes [a la corrida de toros en Céret] veo a un consejero. Le digo que tal vez harían bien en revocar la ley que fuerza a los catalanes a una emigración dominical. Me responde: “A ver si el Constitucional nos echa una mano”’”

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  1. Lince59 - miércoles, 17 de julio de 2013 a las 19:42

    ¿Cuando acabamos con el horroso modo de sacrificar vivos los caracoles, conocido como cargols a la llauna?… Se ponen vivos!!

  2. R. S. - miércoles, 17 de julio de 2013 a las 19:51

    Sea cual sea el asunto, un consejero de la Generalidad que está favor de que el TC español tumbe una decisión democrática del parlamento catalán, no merece quedarse mucho tiempo más en su cargo. Tiene suerte que Barril no menciona su nombre.

  3. Eloy - miércoles, 17 de julio de 2013 a las 20:32

    Esto revela el cinismo que tiene los que mandan en la Generalidad. Lo mismo pasa con las escuelas:quieren la inmersión forzosa en catalán para los demás, pero no se la aplican a sí mismos. ¡Qué falsedad y qué cinismo!

    Son unos españolazos, y no pueden evitar serlo, aunque lo nieguen, aunque reniegue de cara a la parroquia papanata y aborregada.

  4. Cómo? - miércoles, 17 de julio de 2013 a las 21:41

    Como aficionado catalán a los toros me parece una decisión sesgada la que voto el parlament. La fiesta se centra fundamentalmente en rendir culto a un animal extraordinario que es el toro bravo. Efectivamente la afición taurina es universal y curiosamente en el sur de Francia son grandes aficionados aunque sea para llevar la contra a los falsarios de París. Pasa como aquí pero al contrario.

  5. Si los burros volaran - miércoles, 17 de julio de 2013 a las 22:29

    Sea cual sea el asunto, un consejero de la Generalidad que está favor de que el TC español tumbe una decisión “democrática” del parlamento catalán y no tenga sus ahorrillos en un paraiso fiscal con R.S. de testaferro, no merece quedarse mucho tiempo más en su cargo. Tiene suerte que Barril ni R.S. no mencionen su nombre.

  6. Miquelet - jueves, 18 de julio de 2013 a las 01:10

    COMO? Si quieres te rendimos el mismo culto a tí, que seguro que también eres una persona extraordinaria.

  7. ANS. HISPANO. - jueves, 18 de julio de 2013 a las 01:46

    LOS IBEROS Y LOS TOROS.

    La negra figura del toro se encuentra indefectiblemente unida al hombre ibérico desde tiempos primitivos. Ocres legados de firmes trazos así lo testimonian en cuevas y abrigos rocosos, donde, antes de que naciera la historia, ya se reflejó la muy particular relación mantenida con el perdido uro.

    Divinidad o mito, representación de fuerza y fiereza o mimada res doméstica, las diversas culturas que poblaron Iberia hicieron de esta especie su principal referencia en el mundo animal.

    El toro y el hombre estaban destinados a convivir y a combatir, a relacionarse, íntimamente, en un lugar que, para muchos, no es más que una extensa y curtida piel de toro.

  8. anto33 - jueves, 18 de julio de 2013 a las 02:40

    El catalanismo es pura hipocresía.Todo de cara a la galería.

  9. Cómo? - jueves, 18 de julio de 2013 a las 09:27

    Miquelet, que manía con poner al mismo nivel a animales, aunque sea extraordinarios, y a personas.- Ya le pasó a A. Hitler que amaba a su pastor alemán mucho más que a las personas, a las cuales ya se sabe como trataba. Tanto amaba a su pastor alemán que se suicidó con él.

  10. ANS. HISPANO - jueves, 18 de julio de 2013 a las 11:24
  11. Una opinión más - jueves, 18 de julio de 2013 a las 13:40

    El toreo a pie surgió cuando la nobleza, fascinada por los usos y costumbres versallescos traídos por Felipe V de Borbón (1700-1746) o bien por cortesía hacia el rey, que consideraba la Fiesta un espectáculo bárbaro y cruel, abandonó las plazas y el toreo a caballo.
    Entonces el pueblo, la plebe, aprovechó la oportunidad, saltó a la arena, se apoderó de la fiesta y creó el toreo tal como hoy lo conocemos. Era el primer paso de la revolución que, apoyándose en el motín de Esquilache (1766), alumbraría luego en el siglo XIX (1808, 1836 y 1868).
    Durante el primer tercio del siglo, hasta 1733 cuanto más en Sevilla, los varilargueros, los conocedores y mayorales de las ganaderías, sucedieron a los señores; pero a partir de esta fecha el matador de a pie se impone indiscutible en el favor del público.
    Tanto que, cuando la dinastía trató de acercarse al pueblo, tuvo que transigir con la Fiesta que estuvo así presente en los fastos de la Monarquía, como lo fueron la coronación de Carlos III en 1759 y la boda del Príncipe de Asturias en 1765. Por eso durante el reinado de Carlos III se construyen dos de las plazas más antiguas y monumentales que aún existen: las de las Reales Maestranzas de Caballería de Sevilla (1761) y de Ronda (1784). Algunos, como el maestro Barbieri y el libretista José Picón en Pan y Toros, vieron en esta nueva actitud una manera de apartar al pueblo de la cosa pública.
    En 1761 aparecen los primeros carteles de toros: de 1763, anunciando la inauguración de la temporada en Sevilla, es el más antiguo que se conserva. Y en 1771 fallece el gaditano José Cándido, el primer torero de fama muerto en la plaza cuyo nombre conocemos.
    Toreo en Barcelona:
    Concretamente en el año 1387 (siglo XIV), en honor del rey Juan-I, ya se celebró una corrida en la Plaza del rey, pues llevaron tres toros a Barcelona y “dos matatoros”(así se les llamaban). Esta es la primera prueba escrita de la celebración de espectáculos con toros y se conserva en el Archivo de la Corona de Aragón de Barcelona, pero no significa que con anterioridad a la citada fecha no se celebrasen este tipo de fiestas.
    Fuentes:
    http://platea.pntic.mec.es/~anilo/toreo/marco.htm
    http://blancoyoro.blogspot.com.es/2....lanes.html

  12. Montse - viernes, 19 de julio de 2013 a las 12:14

    Aunque me pareció un contrasentido aprobar una ley en el Parlament contra de los toros y no así contra los correbous (no dejan de ser importantes los votos de Tarragona en caso de elecciones), no por ello voy a apoyar una mal llamada fiesta a costa de un gran sufrimiento de un animal como es el caso.

    Un animal no debe ser un divertimento de ningun tipo para la especie humana. Que una cosa es el sacrificio de un animal para su consumo, y otra muy distinta cebarnos en su sufrimiento como es la salvajada del Toro de Tordesillas, por ej.

  13. José Ruiz - viernes, 19 de julio de 2013 a las 19:18

    “Si los burros volaran” (22’29) se llamarían “R.S.” (19’51)
    El mismo juego de palabras y doble personalidad que cualquier separatista y repetir y repetir lo mismo con distinto nombre.
    A esta forma de obrar, la podemos entender como “método catalán”, o ¿no?

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